De antemano quiero presentar mis disculpas a quienes se sientan atacados con la apreciación que tengo sobre las cosas incómodas que hay en el gremio, pero quiero decir cosas que llevo pensando hace algún tiempo.
Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a Agroexpo para observar la exposición grado A. Fue un evento bien organizado, en un recinto propicio, y en un sector céntrico de la capital. Pero a medida que el tiempo iba pasando, comencé a entender, por qué a mi familia ya no le gusta ir a las competencias.
1. Exceso de alcohol.
No estoy en contra de que la gente comparta un trago, una cerveza, pero que lo hagan con moderación, con prudencia. Pero Agroexpo ayer sábado 20 de julio, a las 9 pm, era un aforo donde (me atrevo a decir) más de la mitad de las personas estaban ebrias: gente a punto de caerse de la borrachera, conatos de peleas, empujones sin querer, palabras de grueso calibre, etc.
2. Violación a las normas sobre consumo de tabaco, y tribuna de niños.
En teoría en ese recinto es prohibido fumar, pero parecía una calle normal del centro de capital, atestada de fumadores, donde a quienes no fumamos, se nos hacía fastidioso, y muy perjudicial. Y ni hablar de la tribuna de niños, donde la ley dice que no se debe consumir licor, pero que no había ninguna diferencia con palcos y tribunas de borrachos.
3. Mezcla de familias, con servicios de proxenetas.
Era triste ver como se mezclaban familias que querían disfrutar de un bello evento entorno al caballo, con hombres preocupados por hacer sus “pedidos” de mujeres, a casas de prostitución (una de las peores formas de esclavitud en el siglo XXI). Aunque hago la salvedad, esto es muy común en cualquier exposición equina en cualquier lado de Colombia, como lo pude observar por ejemplo en la Nacional Equina del año 2019.
4. Los mismos de siempre.
¡Los ejemplares que ganan hoy en día son bellísimos y de muy alta calidad, pero siempre son los mismos!! Anhelar llegar a un tipo de exposición con un ejemplar de calidad, para tratar de competir y hacer algún papel interesante, es muy difícil y requiere un músculo financiero que solo lo tienen…los mismos de siempre.
5. Precios excesivos.
¿Aquí solo voy a decir que cuantos están dispuestos a pagar $8.000 por un mango?
Uniendo este comentario, con un anterior artículo que yo había escrito, el gremio está habido por una asociación donde se promuevan las competencias de jinetes no profesionales y/o propietarios, donde se unan la familia y los amigos, entorno al caballo, de forma sana y que sea nutritiva para el alma. Digan lo que digan, no considero que le estemos dando buen ejemplo a los niños de cómo se deben comportar alrededor de un bello animal creación de Dios.
Saludos, Dios los bendiga.
Julio Cesar Peña
Cel: 317-6.44.48.91