ESTE ARTICULO ES DE MI BIBLIOTECA Y LO TOME DE ASDESILLAS
LA PICADA DE LA COLA
UN ARTE CRUEL
Por: M.V Jorge Torres Vanegas
Tomado de la Revista Fedequinas Nº 27
Antes de intentar una aproximación seria sobre el debatido tema del coleo en el caballo criollo colombiano y de evaluar las razones por las cuales se hace necesaria su sanción, es importante hacer dos precisiones fundamentales respecto del comportamiento general de todo caballo, y en especial del nuestro, por su gran temperamento y valentía: el caballo expresa su estado de ánimo con las orejas y protesta con la cola. De todos es conocido que cuando al montarlo inclina sus orejas hacia los lados, manifiesta desinterés y pocos deseos de trabajar, en cambio, cuando las inclina hacia adelante, además de embellecer su figura, manifiesta con ello alegría, conformidad y deseo de agradar a su jinete, haciendo las cosas lo mejor posible, pero si las coloca hacia atrás es señal inequívoca de irritación y enfurecimiento.
En cambio, el caballo colea, generalmente, por alguna de las siguientes causas: por falta de brío, por mal temperamento, por cojeras, por problemas en su rienda, por lesiones en la piel, por razones sexuales, por mal “quebrado”, por incompleta recuperación después de enfermedades, por errores en la ensillada, por ruidos extraños que le incomodan, por efecto de ciertos productos para peinarlo, por arenilla entre capones, entre otros problemas.
PSICOLOGÍA
Es muy importante conocer la psicología del caballo, no sólo para comprender mejor su comportamiento, sino también para poder aprovechar al máximo sus grandes capacidades. Es habitual no prestar demasiada atención a los motivos por los que el caballo se comporta de una determinada forma y no de otra. No obstante, todo aquel que desee entrar realmente en el mundo de los caballos de aprender a “pensar” como ellos. La actividad psíquica del caballo es el resultado de la interacción de tres aspectos distintos: percepción de los fenómenos externos y de las relaciones entre los objetos, instinto y capacidad de aprendizaje.
QUÉ EXPRESA EL CABALLO CON LA COLA
El caballo levanta y baja la cola como si se tratara de un péndulo que registra excitación. Una cola parada significa que el caballo está alerta, indica actividad y exhuberancia. Una cola caída indica sueño, cansancio, dolor, miedo intenso o sumisión. El motivo es que cuando más rápido avanza el caballo más entra en acción su sistema muscular “antigravedad”. Estos músculos ayudan al animal a elevarse y a correr, y levantar la cola forma parte del proceso. Cuando el caballo disminuye la velocidad, cuando frena, ocurre lo contrario, y la cola cae. Además el caballo puede levantar o bajar la cola simplemente como señal, sin mover siquiera el cuerpo. Por ejemplo, un caballo joven, alborotado puede acercarse a otro y demostrar sus ganas de jugar levantando la cola por sobre el lomo… tan alta como su anatomía le permita. A veces, al iniciar el juego, la intensidad con la que levanta la cola es tal que la enrosca por sobre el lomo. Esta invitación es inmediatamente comprendida por el otro potrillo y enseguida empieza el juego.
De la misma manera, un caballo que está parado puede bajar la cola para expresar: “Estoy cansado y débil, me someto a ti, tú eres el jefe”. De la misma manera, si le teme a otro caballo, puede llegar a apretar la cola contra la grupa, casi como el perro que intenta “meter la cola entre las patas”.
En los encuentros sexuales, tanto el padrillo como la yegua paran la cola debido a la excitación del momento. Aparte de las señales que el caballo emite levantando y bajando la cola, puede realizar también algunos rápidos movimientos en distintas direcciones.
Estos son respuestas irritadas del caballo, molesto por los insectos. En ese contexto, el animal utiliza la cola como matamoscas. En concursos de adiestramiento, esos movimientos de la cola pueden ocasionar una pérdida.
Cuando un caballo se enoja puede expresar su estado de ánimo aumentando la fuerza de sus movimientos a menudo anuncian la patada que el caballo lanzará en cuanto aumente un poco su mal genio.
PICADA DE LA COLA
Esta tenebrosa industria busca que los animales no coleen en el marco de un juzgamiento para evitar las sanciones que acarrea, las cuales a veces, llegan hasta la descalificación de la competencia.
Es el método más conocido y aplicado porque permite, aparte de la inmovilización de la cola, un efecto estético que agrada al público, sin embargo, es una técnica que se debería eliminar porque la mayoría de las veces se practica de manera antihigiénica, sin anestesia y en forma, por demás, empírica, exponiendo al caballo a contingencias adversas como: fracturas en la tumbada del animal. También arterias, nervios, venas y vasos linfáticos deterioran el normal funcionamiento del órgano. Tétano u otras infecciones que puedan degenerar en septicemia que manifestada clínicamente es difícil de tratar y puede dejar secuelas irreversibles en el ejemplar colimocho. De igual manera, desviaciones causadas por neuritis crónicas o miositis crónicas o presentar una asociación de las dos. Hematomas, necrosis y gangrenas: al cortar los vasos sanguíneos se presentan hemorragias internas de intensidad variable que pueden evolucionar en forma desfavorable y pueden empezar a necrosarce los tejidos a su alrededor y generar en una gangrena.
El procedimiento es torturante para el ejemplar, incluso puede ocurrir su muerte. Para picar la cola toman la base de la raíz de la misma, miden cuatro dedos y en este punto se clava la navaja a ambos lados y se seccionan los músculos. De ahí se miden otros cuatro dedos y se repite la operación; si el animal tiene el muslo de la cola muy largo se repite por tercera vez.
GENÉTICA VS MANEJO
Existe la creencia de que el coleo es hereditario. Sin embargo, la experiencia demuestra que es el resultado del mal manejo. Genéticamente los caballos transmiten el malgenio, el exceso de temperamento, lo cual exige una persona que canalice de manera adecuada estos factores. De no ser así, tendremos un ejemplar coleador. Se habla de líneas de caballos coleadores, pero si las analizamos detenidamente, nos encontramos con caballos bravos, en manos de bárbaros amansadores. Estos animales se defienden de los aprobios a los cuales se les somete; su defensa natural es colear.